Cómo conservar frutas y verduras sin plástico. En verano y sobre todo cuando hace calor es difícil que las frutas aguanten el el frutero frescas. Pero el ambiente de la nevera no es el más respetuoso con las frutas y verduras por la ausencia de humedad y ya no te digo si tienes un frigorífico «no-frost» como yo…
Cuando dejas de comprar la fruta en bolsas de plástico empieza un nuevo reto ¿cómo la guardo en la nevera? Sin la capa protectora de plástico la mayoría de frutas y verduras se deshidratan muy rápido, así que aquí empieza el problema…¿Cómo almaceno las frutas y verduras sin plástico?
Nuestros abuelos ya almacenaban los productos en la «fresquera» sin estos problemas del «primer mundo», también es verdad que ellos compraban al día y nosotros compramos para varios días normalmente. Así que aquí te dejamos una lista para que veas que conservar las frutas y verduras en el frigorífico sin plástico es posible. Adiós bolsas de plástico, film, papel de aluminio… Esto es lo que necesitas a partir de ahora, productos reutilizables:
Manzanas: puedes guardarlas sueltas en los cajones del frigorífico o en el frutero junto con frutas que necesitan madurar, ya que las manzanas desprenden mucho etileno* (sobre todo si están maduras). *El etileno es un gas que desprenden las frutas maduras y aceleran la maduración de las frutas que las rodean.
Espárragos verdes: córtales un trozo y almacénalos con agua dentro del frigorífico. También puedes envolverlos con un envoltorio de algodón orgánico y cera.
Aguacate: como se oxida muy rápido en contacto con el oxígeno, lo mejor para guardar una mitad de aguacate es echarle unas gotitas de limón (para evitar la oxidación) y envolverlo con un envoltorio de algodón orgánico y cera de abeja (con el más pequeño será suficiente) o también puedes ponerlo boca-abajo en un tuper, frasco de cristal o acero inoxidable.
Plátanos: lo mejor es guardarlos en el frutero lejos de frutas que desprenden etileno como las manzanas. Si se maduran puedes congelarlos y hacer un batido. Antes de congelarlos pélalos y pártelos en trozos (así será más fácil batirlos). ¿Congelar sin plástico? En este post te contamos cómo.
Albahaca: lo mejor es guardarla en agua en la encimera de la cocina, como si fuese un ramo de flores o tener una maceta con albahaca sembrada. También puedes guardarla picada en el congelador dentro de un tuper o una bolsa de silicona.
Zanahorias: guárdalas dentro de un tuper de vidrio o acero dentro del frigorífico.
Acelga, lechuga: guárdalas en una bolsa de algodón fina previamente humedecida. Un truco para cuando ya sea tarde y las hojas estén un poco «chuchurrías» es dejarlas en un bol con agua durante unas horas, verás como la las hojas de lechuga o acelga reviven. Luego puedes guardar las hojas sueltas dentro de una tuper.
Berenjena y calabacín: puedes guardarlos sueltos en el cajón del frigorífico. Si has cortado un trozo puedes guardarlo en una tuper de cristal o acero o bien envolverlo con el envoltorio de algodón y cera.
Ajos, cebollas: almacenar en un lugar fresco, seco y mejor en oscuridad en la cocina o despensa.
Patatas y boniatos: guardarlas en un lugar fresco, seco y sin luz en la cocina o despensa.
Uvas: guardarlas dentro de una bolsa de tela o una tuper de vidrio o acero en el frigorífico.
Melón, piña y sandía: si aún no los has abierto los puedes guardar en la encimera de la cocina o en el frigorífico si te gustan frescos. Cuando los hayas abierto puedes envolverlos con el envoltorio de algodón y cera o guardarlo en trozos dentro de un tuper de cristal o en una bolsa e silicona reutilizable.
Tomates: si están un poco verdes puedes guardarlos en el frutero, si están maduros guárdalos en el cajón del frigorífico. Si tienes tomates muy maduros los puedes congelar, luego puedes hacer salsa de tomate con ellos o aprovecharlos para hacer una pizza casera
Perejil y cilantro: puedes guardarlo en un frasco con agua dentro del frigorífico o en la encimera de la cocina, pero el mejor truco es picarlo y guardarlo en un tuper o en una bolsa de silicona en el congelador, así cuando lo quieras usar siempre estará fresco.
Pimientos: guárdalos en el cajón del frigorífico. Si tienes muchos puedes asarlos en el horno con un poco de sal y aceite de oliva virgen, déjalos enfriar, pélalos y alíñalos con sal, aceite y vinagre ¡mi ensalada preferida! (la que nos hacía nuestra abuela).